HOMBRE QUE FUE JUEVES

En esta obra, bajo la forma de una novela policíaca-metafísica, Chesterton trata de hacer una alegoría a la vida, en el típico estilo que lo caracteriza. En ella trata de mostrar el dualismo de la vida, representado en los personajes de Syme y Gregory; absolutamente opuesto. La oposición se convierte en lucha social y una pugna entre anarquistas y policías, en que se confunden los límites y ya no se sabe quiénes son policías y quiénes anarquistas. La novela se desarrolla en un escenario irreal, en paisajes extraños. Syme, policía conservador, se introduce en un club de anarquistas que perturban el orden (todos ellos tienen el nombre de un día de la semana y Syme es Jueves) y va descubriendo que en realidad todos los anarquistas no son tales, sino que son espías, policías disfrazados, incluyendo a su misterioso líder, Domingo. En esta novela, Chesterton quiere dar una lección; es una defensa sincera del amor a la vida y muestra el dualismo de la vida y de los seres humanos.