El Presidente ha muerto… y el peso, literalmente, del mundo cae sobre los hombros de Jack Ryan. El Presidente ha muerto, la mayor parte del Gabinete y del Congreso muertos, el Tribunal Supremo y el Estado Mayor igualmente muertos. Aturdido y confuso, el hombre que minutos antes había sido confirmado como nuevo Vicepresidente de los Estados Unidos recibe la noticia de que ahora es el Presidente. Presidente John Patrick Ryan. Y ahí empiezan las órdenes ejecutivas. Ryan había aceptado la vicepresidencia sólo como interino durante un año, y ahora, de repente, un peso incalculable ha caído sobre sus hombros. ¿Cómo se dirige un gobierno sin gobierno? ¿Por dónde empezar? Con una fuerza impresionante, las responsabilidades de Ryan le aplastan. Debe calmar a una nación ansiosa y afligida, disipar el escepticismo de los líderes mundiales, llevar a cabo una rápida investigación de la tragedia y organizar un multitudinario funeral de Estado, todo ello mientras intenta reconstituir un Gabinete y un Congreso con la mayor celeridad posible. Pero eso no es todo. Hay muchos ojos puestos en él, y muchos de ellos no son amistosos. En Pekín, Teherán y otras capitales del mundo, incluida Washington D.C., hay quienes están ansiosos por sacar provecho de donde puedan, algunos de los cuales sienten una profunda animadversión hacia Estados Unidos y otros, por el pasado de Ryan, albergan una intensa animadversión hacia el propio nuevo Presidente. Pronto empezarán a aprovechar sus oportunidades; pronto le plantearán a Jack Ryan una crisis tan grande que ni siquiera él puede imaginarla.
Peso | 0.960 kg |
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Dimensiones | 23 × 15.5 × 5 cm |