Descripción
Alicia se encontraba a la orilla de un río en compañía de su hermana, quien leía un libro sin diálogos ni dibujos, por lo que a ella no le interesó; hacía mucho calor y estaba un poco somnolienta y aburrida, cuando de pronto saltó cerca de ella un Conejo Blanco de ojos rosados, iba apresurado, sacando un reloj del bolsillo de su chaleco, y hablando para sí mismo: ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde! Entonces, Alicia ardiendo de curiosidad, se puso a correr tras él por toda la pradera, lo que la llevaría a vivir las más maravillosas aventuras.